Con el cuidado adecuado y las revisiones de mantenimiento programadas, un coche puede mantenerse durante muchos años.
Pero muchos propietarios de coches no se dan cuenta de la importancia de los hábitos de conducción diarios y del impacto fundamental que tienen en la longevidad de un coche. Al mencionar esto, igual es importante mencionar la importancia de contar con seguro de auto daños a terceros.
Cinco de los hábitos de conducción más comunes que dañan tu coche son:
1. Frenar y acelerar bruscamente
Aunque las paradas bruscas son inevitables en determinadas situaciones, las frenadas bruscas son la mayoría de las veces el resultado de una mala anticipación y atención a la carretera. La aceleración brusca, en cambio, es puramente una descarga de adrenalina.
Tanto las frenadas bruscas como las aceleraciones desgastan las pastillas y los rotores de los frenos, reduciendo así en gran medida la eficacia del funcionamiento de tu coche.
Mantener la mirada al frente mientras conduces, estar atento a las pautas del tráfico y pisar suavemente los pedales son algunos de los mejores hábitos de conducción para aumentar la vida útil de tu coche.
2. Arranques en frío
Un arranque en frío es cuando se pone en marcha un coche después de un largo periodo de inactividad. Durante los arranques en frío, el motor tiene dificultades para lubricar las partes internas del sistema de combustión. Los arranques en frío repetidos afectan a la esperanza de vida del motor.
Por ello, se recomienda esperar unos minutos a que el motor se caliente. Acelerar el motor después de un arranque en frío provoca un desgaste aún mayor de tu coche.
Además, es mejor mantener el régimen del motor por debajo de las 2.000 RPM durante los primeros kilómetros de conducción.
3. Cambiar de marcha a marcha atrás antes de parar
La caja de cambios automática está diseñada para cambiar de marcha con suavidad a través del sistema de acoplamiento hidráulico.
Sin embargo, cambiar de marcha a marcha atrás (o viceversa) antes de detenerse puede desgastar la banda de transmisión.
Esto puede resultar costoso, en contraste con las piezas de servicio como los discos y las pastillas de freno. Por lo tanto, para mantener la eficacia del funcionamiento de la transmisión de tu coche, es una buena idea detenerse antes de cambiar de marcha.
4. Revisión frecuente
Hoy en día, los coches están equipados con un tacómetro, un dispositivo que mide la velocidad de trabajo de un vehículo.
Los tacómetros están marcados por una línea roja que sirve de indicador de las altas velocidades del motor. Si el motor se revoluciona mucho, esta línea roja le indica si el régimen del motor es excesivo.
Un exceso de revoluciones o de números rojos puede sobrecalentar el motor de tu coche y el turbocompresor. Cuando un motor funciona por encima de tu temperatura óptima de funcionamiento durante un tiempo prolongado, acaba por estropearse.
5. Repostar en incrementos
Algunos conductores prefieren mantener una pequeña cantidad de combustible en el depósito, añadiendo sólo uno o dos galones cada vez.
Aunque este llenado incremental puede parecer razonable cuando no puede permitirse un tanque lleno de gasolina, a la larga conducirá a reparaciones más costosas en el futuro.
La bomba del motor del coche actual necesita estar sumergida en el combustible para mantenerse fría. Cuando se conduce con sólo una pequeña cantidad de combustible en el depósito, la bomba del motor tiende a calentarse y desgastarse más rápidamente.
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